Una vez a la semana, en Berlín-Kreuzberg, se reúnen 66 mujeres de entre 20 y 70 años, con 21 instrumentos diferentes y las biografías y proyectos de vida más diversos. Su objetivo: hacer música juntas. Cada una, ya sea artista, policía, madre o trabajadora jubilada, puede expresarse a través de su instrumento. El resultado es un espacio para escuchar, en el que se permiten la confrontación, la insistencia y la concesión, y en el que, al final, todo acaba armonizando. Cuando todas soplan al unísono, se crea un huracán rítmico que arrastra incluso a los más acérrimos fans bávaros del humpta-ta.
La ganadora de cinco premios del público hasta la fecha muestra cómo este extraordinario conjunto también enriquece la vida privada de las participantes y cómo 66 mujeres "normales" logran crear algo grandioso sobre el escenario.
La Orquesta de Viento Femenina de Berlín, dirigida por Astrid Graf, lleva tocando desde 2003. Ha actuado en carpas cerveceras, jardines y, recientemente, en la Filarmónica de Berlín. Desde jazz hasta pop, pasando por música clásica, la Orquesta de Viento Femenina es inquieta y lo prueba todo, siempre y cuando no se pierda la alegría por la música.
Una vez a la semana, en Berlín-Kreuzberg, se reúnen 66 mujeres de entre 20 y 70 años, con 21 instrumentos diferentes y las biografías y proyectos de vida más diversos. Su objetivo: hacer música juntas. Cada una, ya sea artista, policía, madre o trabajadora jubilada, puede expresarse a través de su instrumento. El resultado es un espacio para escuchar, en el que se permiten la confrontación, la insistencia y la concesión, y en el que, al final, todo acaba armonizando. Cuando todas soplan al unísono, se crea un huracán rítmico que arrastra incluso a los más acérrimos fans bávaros del humpta-ta.
La ganadora de cinco premios del público hasta la fecha muestra cómo este extraordinario conjunto también enriquece la vida privada de las participantes y cómo 66 mujeres "normales" logran crear algo grandioso sobre el escenario.
La Orquesta de Viento Femenina de Berlín, dirigida por Astrid Graf, lleva tocando desde 2003. Ha actuado en carpas cerveceras, jardines y, recientemente, en la Filarmónica de Berlín. Desde jazz hasta pop, pasando por música clásica, la Orquesta de Viento Femenina es inquieta y lo prueba todo, siempre y cuando no se pierda la alegría por la música.