Los niños y las niñas tienen una percepción de las horas, en su dimensión de "ritmos", "períodos" y, o, "momentos". A menudo, el tiempo se mide en torno a cuestiones de organización familiar o a tiempo de trabajo de los adultos y se incurre en una curiosa suposición: que los niños se adaptarán a estas circunstancias de la vida.
Por lo general, durante la infancia se admiten, con más o menos buena voluntad, los ritmos, a veces muy intensos, que les imponemos los adultos a los niños, pero, ¿cómo los perciben? ¿dejan huella estos ritmos? ¿cómo podemos, como padres, vivir una realidad de horarios sin forzar su aceptación obligatoria?
Este documental puede ser utilizado como una herramienta de prevención ya que pretende concientizar sobre la construcción de relaciones satisfactorias y armoniosas entre los integrantes de la familia.
Los niños y las niñas tienen una percepción de las horas, en su dimensión de "ritmos", "períodos" y, o, "momentos". A menudo, el tiempo se mide en torno a cuestiones de organización familiar o a tiempo de trabajo de los adultos y se incurre en una curiosa suposición: que los niños se adaptarán a estas circunstancias de la vida.
Por lo general, durante la infancia se admiten, con más o menos buena voluntad, los ritmos, a veces muy intensos, que les imponemos los adultos a los niños, pero, ¿cómo los perciben? ¿dejan huella estos ritmos? ¿cómo podemos, como padres, vivir una realidad de horarios sin forzar su aceptación obligatoria?
Este documental puede ser utilizado como una herramienta de prevención ya que pretende concientizar sobre la construcción de relaciones satisfactorias y armoniosas entre los integrantes de la familia.