Yemen está considerado como uno de los países más bellos de Oriente Medio y, al mismo tiempo, como un país lleno de problemas. Las cimitarras y las kalashnikovs caracterizan el mundo masculino y su propensión a la violencia. Las armas, la droga khat y los escasos recursos hídricos son las principales fuentes de negocio en el país y la causa de sangrientas rivalidades entre las tribus. Más allá de la capital, Saná, el gobierno central no tiene voz ni voto en el asunto, ni siquiera contra la venganza de sangre que se practica en muchos lugares.
La imagen de la mujer es medieval, y cualquier intento de autodeterminación femenina se corta de raíz. En una atmósfera de pobreza, violencia y corrupción, un hombre intenta mediar entre los clanes, las tribus y los sexos.
Yemen está considerado como uno de los países más bellos de Oriente Medio y, al mismo tiempo, como un país lleno de problemas. Las cimitarras y las kalashnikovs caracterizan el mundo masculino y su propensión a la violencia. Las armas, la droga khat y los escasos recursos hídricos son las principales fuentes de negocio en el país y la causa de sangrientas rivalidades entre las tribus. Más allá de la capital, Saná, el gobierno central no tiene voz ni voto en el asunto, ni siquiera contra la venganza de sangre que se practica en muchos lugares.
La imagen de la mujer es medieval, y cualquier intento de autodeterminación femenina se corta de raíz. En una atmósfera de pobreza, violencia y corrupción, un hombre intenta mediar entre los clanes, las tribus y los sexos.